LA AUTONOMÍA COMO BASE DEL AMOR
Lo opuesto al amor no es el odio, es el temor. Las relaciones que no están basadas en el amor, la confianza y la libertad, están basadas en la desconfianza, el temor y la esclavitud. Nadie puede amar realmente, si no tiene la libertad de elegir no hacerlo. En el Edén, Dios le dio plena libertad al hombre de decidir amarlo o no. La autonomía es la base del amor. Cuando yo respeto y tengo en estima la autonomía de quienes me rodean y la mía propia, he aprendido a amar. Una persona que entiende la importancia de hacer uso de su autonomía, asume la responsabilidad de su vida y de sus actos, y no le deja la rienda de su vida a otro ni permite que otro tome decisiones por él. La asunción de la responsabilidad en la sociedad contemporánea es algo muy ausente. Omitimos asumir la responsabilidad de nuestra vida, le echamos la culpa al Estado, a quienes nos rodean, y cargamos las decisiones de nuestra vida en otras personas tan humanas y falibles como nosotros, y al momento de enfrentar la