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Mostrando entradas de 2015

El problema de la islamofobia y la educación religiosa

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El sentimiento colectivo que tiene Occidente hacia el Islam es cada vez más ambiguo, dado los ataques terroristas que han sufrido varias ciudades europeas este último año. El Islam no es sinónimo de terrorismo, pero los yihadistas levantan la bandera de la religión de Mahoma para “legitimar” sus ataques. Esto pone en un gran aprieto a los gobernantes y a las poblaciones occidentales: ¿Podemos meter a todos los musulmanes en la misma bolsa? ¿Es menester atacar al Islam? Son preguntas claves que las sociedades se están planteando. Las opiniones son diversas, desde quienes argumentan que el Islam es una religión “maldita” y que debe ser erradicada, hasta quienes argumentan que las organizaciones como el ISIS han sido creadas por la inteligencia estadounidense y sus aliados, para validar la intervención político-militar en Medio Oriente. El sufrimiento de las familias que han sido víctimas de ataques terroristas, y el miedo que generan estos en la sociedad, pueden ser explotados

Atentados en Francia: El ISIS ofrece lo que occidente está perdiendo

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El pasado viernes 13 de noviembre, una serie de atentados coordinados en París, dejaron 118 muertos y 200 heridos, 80 de ellos, graves según informó Reuters, aunque los números podrían incrementar. Inmediatamente el Estado Islámico se atribuyó la autoría de los ataques. Dicha organización está cobrando cada vez más preponderancia en la agenda política de los máximos líderes del mundo, desde su proclamación en 2014. ¿Qué es el Estado Islámico? ¿Por qué está resurgiendo este fundamentalismo religioso tan brutal? La injustificada invasión a Iraq en 2003 de EE.UU. , y los rezagos de barbarie que aún quedan en oriente, son factores que han alimentado este fenómeno, pero intentar explicar sus causas desde allí es caer en el simplismo, por lo que es necesario ahondar más profundo. En nuestro mundo contemporáneo, la individualización, es decir el hecho de que cada quien busque lo suyo en medio de un azar donde reina el más "fuerte", ha provocado que la soledad; el aislamient

Un problema de nuestro Tiempo: Fundamentalismo religioso

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El fundamentalismo resurge a principios del siglo XX  en forma de movimientos religiosos que temían que la modernización llevara a la extinción de la fe. Los procesos de modernización que sufrió el siglo XIX fueron los desencadenantes de una paranoia en los creyentes que les hizo creer que la religión podría extinguirse. Mirando en retrospectiva esto parece una locura hoy día, pero este temor estaba bien fundamentado en los primeros años del pasado siglo. Los baluartes que había defendido la religión organizada durante siglos estaban siendo cuestionados y en algunos casos derrocados. La democracia había irrumpido en Occidente, sustituyendo a las monarquías, y dando a entender que el hombre prefería el gobierno de las masas al gobierno de un representante divino. Junto a la democracia se había impuesto el Estado de derecho, en donde eran los hombres mediante el poder legislativo quienes hacían las leyes, y ya no Dios. La razón desplazó a la fe, y la mitología y superstición que e

ENFERMEDADES MENTALES EN EL SIGLO XXI

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¿Por qué las enfermedades mentales son la epidemia silenciosa del siglo XXI? En la sociedad actual, consumista, materialista y superficial, el ritmo y estilo de vida de las personas enraizado a la competencia y la búsqueda constante del éxito, ha deteriorado las relaciones interpersonales. Ha debilitado los vínculos, y convertido las relaciones de los seres humanos en relaciones superficiales y basadas en las apariencias. El hombre contemporáneo tiene pocas – o no tiene- personas en las que pueda confiar al cien por ciento sus sentimientos y pensamientos más profundos. La moral capitalista e individualista está basada en la competencia. Mi semejante es un competidor más que busca alcanzar la “dicha” del éxito material al igual que yo, por lo que contarle mis problemas sería como revelarle mis debilidades a un rival. No hay lugar para la sinceridad en una sociedad basada en la competencia. Solo hay lugar para las apariencias, la falsedad y el engaño. El sociólogo Zygmunt Bauman a